Esta es la historia de un adulto "mayor", que a pesar de su avanzada edad. Todos los dias, en las mañanas, salia a la esquina de su casa para vender, "refrescante jugo de naranja".FOTO:www.eltiempo.com
Conocido por la comunidad del Barrio San José, al sur-oriente de Bogotá, este humilde vendedor pasaba sus mañanas y parte del mediodía con sus mas "queridos y allegados" clientes y vecinos. Si, sus clientes eran quienes les expresaban lo que para él, era el cariño que su familia con dificultad le entregaba.
" yo vivo solo sin nadie que me visite, sin nadie que se preocupe por mi. Ni siquiera me determinan y lo triste es que ni siquiera se acuerdan de mi. Lastimosamente, no es fácil soportar la vida así, pues uno parece habitar en un mundo sin nadie …sin alguien en quien confiar, sin alguien con quien poder compartir, como si el mundo para mi se hubiera acabado". Eran algunas de las frases que sus clientes solían escuchar de aquel hombre. Pero después de mucha soledad y tiempo, ocurrió algo lo que estaba por suceder. Pues en su angustia y tristeza, no soporto mas su rutinaria vida. Los investigadores del C.T.I, aseguraron, que el "humilde vendedor". Compró una cantidad considerable de medicamentos, aguardiente y se encerró en su casa. En donde ingirió estas mezcla letal.
Su familia, agena a este suceso, después de ocho días de no ver en la acostumbrada esquina a su pariente. Se preocuparon, lo buscaron por todos los "rincones" del barrio. Pero no hallaban respuesta a su incontrolable preocupación. Una vez agotados todos los posibles contactos, la familia decidió contratar un cerrajero y buscarlo en donde varias veces habian intentado localizarlo pero sin hallar contestación a sus llamados. Inmediatamente se abrieron las puertas de las casa, el desagradable olor los condujo a la habitación. En donde lo encontraron , encima de su cama, tapado con las cobijas y con moscas encima de su cuerpo.
Después de lo sucedido y el levantamiento del cadáver. Sus familiares se arrepienten de todo, lo que dejaron de hacer y de decir. Pero¿qué tan valido es arrepentirse de actuar así?. Esta experiencia nos muestra que nunca se debe odiar o despreciar a una persona y que la vida vale mucho…
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